
El Atlético de Madrid no compareció en Mestalla. Se juntaron los dos intangibles que la temporada pasada tantos partidos le complicaron durante el inicio de curso: falta de ideas e intensidad y el buen hacer del equipo rival. Una combinación de la que los rojiblancos no saben escapar cuando se produce. El Valencia de Baraja, en el año del centenario de la muerte de Joaquín Sorolla, dibujó un paisaje sobre Mestalla dantesco para el Atlético. Hugo Duro por partida doble y Javi Guerra certificaron la goleada ante un irreconocible Atlético que no supo revertir la situación.
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